El «lenguaje inclusivo» ha adquirido la relevancia entre las reivindicaciones de las feministas. Hay acuerdo general en que hay una necesidad urgente para mostrar la participación de las mujeres en todos los ámbitos, pero la disidencia aparece cuando se utiliza el género gramatical masculino ?o «no marcado», como la llaman los expertos? para referirse a la escala global para hombres y mujeres. Hay quienes creen que, para lograr una sociedad más justa, debe ser el medio a todas y a todos, todos, todos, todos, o todes, mientras que para otros es un simple contorsionismo idioma.
Pedro Álvarez de Miranda, miembro de la Real Academia española, se analiza el uso de estos recursos. Los cambios lingüísticos no se dan nunca por decreto, sino por el acuerdo de la mayoría de los oradores. Este breve ensayo examina las tensiones que el género gramatical en el día de hoy.