Bienvenido a un mundo futuro donde la tecnología y la naturaleza son enemigos irreconciliables, y ha dado lugar a una interminable guerra entre la ciencia y la magia, entre lo artificial y lo natural. La primera parte se refugió en las dumas, ciudades que han alcanzado un muy alto nivel tecnológico. El otro lado está oculto en Mannawinard, un gigantesco bosque que ha brotado en la magia, bajo los auspicios del renacimiento de la diosa Tara. Entre los dos se extienden a la penumbra de los Páramos, zonas de tierras baldías, que sirven como frontera vigilada por los guerreros Ruadh. En este contexto, Kim, una negrita