Antonia Scott, es una mujer como nunca antes has conocido a otra. Ella jamás requirió de un arma o una placa de policía, pero ha resuelto decenas de crímenes, de forma magistral. Antonia consta de un don especial que, al mismo tiempo es su mayor maldición: es extremadamente inteligente. Gracias a esta inteligencia ha salvado vidas, pero también lo ha perdido todo. Por eso, hace un tiempo ella no sale de su ático de Lavapiés, ni piensa volver a salir de él; ella considera que fuera de su piso nada le interesa en lo absoluto. Por su parte, el inspector Jon Gutiérrez está acusado de corrupción, suspendido de empleo y sueldo. Es un buen policía metido en un asunto muy feo, y ya no tiene mucho que perder. Por eso acepta la propuesta de un misterioso desconocido: ir a buscar a Antonia y sacarla de su encierro, conseguir que vuelva a hacer lo que fuera que hiciera antes, y el desconocido le ayudará a limpiar su nombre. Un encargo extraño aunque aparentemente fácil. Lo que él no se espera es que a Antonia no le gustan para nada las visitas, ni siquiera escuchar los pasos de algún desconocido subiendo las escaleras hasta su piso ¿qué estrategia usará Jon para acercarse a Antonia? Definitivamente, una tarea nada fácil.